Tecnológico Nacional de México
Guaymas, Son., 26 de noviembre de 2021. TecNM/DCD. Aunque compite con gente experimentada, egresada de instituciones de gran prestigio a nivel mundial, Santiago Israel Martínez Rodríguez, no se detuvo en su empeño al salir de su carrera de Ingeniería Civil del Tecnológico de Guaymas. Su sueño principal: poder regresar a su ciudad natal a compartir su experiencia y conocimientos que ha adquirido por varios sitios del mundo.
Santiago es un guaymense que sabe lo que es luchar por alcanzar su sueño y, proyecto de vida. Unas veces pedaleando y, otras con largas caminatas que lo llevaron a proponerse sus propios retos, eso fue lo que llevó a explorar en otras ciudades y poner a prueba su capacidad, conocimientos y, demostrarse sí mismo, «que puede más el que quiere, que el que puede».
Egresado del Tecnológico Nacional de México, campus Guaymas es un personaje que ha logrado escalar a duras penas al nivel actual; su gran sentido de humildad, valores que se han ido perdiendo cada vez más. El diálogo versó desde largos recorridos de su sector de origen en este puerto, la popular colonia El Caliche, siguiendo por otros puertos del país, y, posteriormente, a ciudades de países como Colombia, Venezuela, Holanda, Canadá, Qatar y, actualmente, Taiwán.
Santiago Martínez ha logrado desarrollar con éxito una carrera forjada con el producto de su esfuerzo pues se propuso salir avante ante las precariedades de su hogar, «nunca me conformé con tener lo indispensable o, sacar para el sustento alimentario», decidido nos comparte como es que logró llegar a lo que actualmente hace.
Como lo ha hecho desde que inició su vida laboral por el mundo, Santiago visitó su alma mater, el TecNM Guaymas, donde platicó con estudiantes y con el director de la institución, Eugenio Borboa Acosta. Con orgullo narra que su decisión de ser alguien en la vida lo reafirmó mientras recorría las calles en ambulantaje, vendiendo aguas frescas, tepache, horchata de coco, limonadas, etcétera. Ese era el trabajo extra que realizaba después de trabajar una jornada en una empresa maquiladora, sueldo que entregaba a su madre y lo de la venta ambulante, era para pagarse su carrera y lo indispensable para su persona. Es decir, a esas dos jornadas de trabajo le dejaba el resto para estudiar una carrera universitaria. Pero también reconoce siempre el apoyo de la persona que en aquel tiempo le ayudó a cubrir sus estudios.
A los estudiantes les recomienda tener más contacto con el mundo exterior. “Yo me subí en una draga solamente en papel”, expresa. Y Además considera que el uso de las tecnologías que actualmente se han tenido que utilizar dan a los estudiantes una oportunidad más para poder desarrollarse para su futuro.
Nos cuenta que para él fueron años de mucho trabajo y estudio, pero finalmente logró terminar su carrera y después empezó con la búsqueda de mejores metas, se propuso retos nuevos y lo hizo con el interés de ser más que un empleado local de una planta maquiladora.
Pasó días de hambre, muchas horas de cansancio e incertidumbre ante un escenario que no era el suyo, pero su determinación pudo más y no desistió en el intento.
No desaprovechó la oportunidad que se le presentó: trabajar para una Compañía en el Puerto de Veracruz, después de sortear un viacrucis pues era la primera vez que viajaba fuera de su lugar natal, viajar en avión y sin dinero en un lugar donde no tenía ni conocidos, en el que pasó sin comer casi tres días, pues nadie le dijo que en el hospedaje se incluía un alimento, pero nada de eso le desanimó, ni siquiera el hecho de saber que recibiría un poco menos del sueldo que ganaba en Guaymas.
Santiago, aceptó el reto y no precisamente por «una corazonada» o por simple intuición, la decisión fue basada en que algo nuevo sumaría a su aprendizaje y, así continuó trabajando entre profesionistas que tampoco le facilitaban su incursión en esos escenarios, de hecho, admite que fue tratado con recelo y, aun así, nada lo doblegó ni le hicieron desistir. Sus metas y retos estaban por encima de mezquindades y su único propósito, más por la distancia con su familia, era aprovechar el tiempo para demostrar de lo que es capaz.
Comparte sus experiencias y reflexiones a las nuevas generaciones de profesionistas. En sus reflexiones tras esa trayectoria forjada con mucho carácter y tesón para superar sus propios retos y proyecto de vida, Santiago expone que, en la etapa de profesionista recién egresado, tienen la mala idea de creer que, por el hecho de contar con un título profesional, ya se abrieron todas las puertas de empresas o industrias, para ofertar empleos. Además de ir con la mentalidad chambista, anteponiendo el monto de la paga.
El panorama real de la oferta y demanda de empleos, no está basado en atraer a los recién egresados, en ese rubro, se antepone mucho la experiencia, la iniciativa del nuevo profesionista, por eso motiva a las nuevas generaciones con las que comparte conocimientos en conferencias y pláticas, lo importante de trazarse metas siempre en base a un mayor aprendizaje y la práctica.
Después de estar en distintos lugares trabajando y siendo parte de diversos proyectos con la misma compañía en que inició su carrera de profesionista, hoy en día, es Administrador de proyectos con la misma Empresa Boskalis International, dedicada a la construcción y dragado en puertos marítimos, en la que tiene 15 años trabajando y, escalando cargos, demostrando siempre capacidad y deseos de ser más de lo que es.
En su plan de vida considera el regresar a su tierra, con su familia e impartir en las aulas su profesión para compartir su experiencia y conocimientos a jóvenes que como él tienen sueños y retos por cumplir.
Para ello, actualmente se prepara y estudia una maestría en educación, pues en su proyecto de vida se ha visualizado la impartición educativa de sus conocimientos, su vasta experiencia en la etapa de retornar a su lugar de origen. Esa es su meta siguiente, no pierde la raíz, ni las emociones por su origen, por la familia, su esposa y dos hijos, además de su madre y hermanos.
Como buen hijo, atesora las enseñanzas de la vida que le inculcó su padre, y las cumple al pie del renglón, son su tesoro. Se lamenta no disfrutar y compartir sus logros con él, pues se adelantó en ese viaje sin retorno; sin embargo, sus enseñanzas y amor, están siempre junto a él.
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