Tuxtla Gutiérrez, Chis., 17 de agosto de 2022.TecNM/DCD. Dando seguimiento al cuidado ambiental, el estudiante Hernán Federico Gutiérrez Robledo de la maestría en ciencias en ingeniería Bioquímica del TecNM Campus Tuxtla Gutiérrez, desarrolla una investigación con el nombre de “Tratamiento de lixiviados a partir de un biorreactor y cepas aisladas”.
El proyecto asesorado por el docente investigador José Humberto Castañón González, surgió a partir de un estudio realizado sobre la perspectiva y la situación actual de los “Sitios” de exposición final de la basura.
Lo anterior, se refiere a que en Chiapas el 56 por ciento son a cielo abierto y el 44 por ciento son sitios de relleno sanitario, sin embargo, en los sitios de vertedero a cielo abierto no hay un control sobre el tratamiento de lixiviados y estos pueden llegar afectar gravemente al medio ambiente.
Los lixiviados, son aquellos líquidos que se generan dentro de los rellenos sanitarios, esas aguas se acumulan y genera un agua residual muy contaminante, extremadamente toxica, por ello la importancia de analizar y buscar alternativas de solución para evitar mayor contaminación.
Al respecto, Hernán Gutiérrez detalló que estos líquidos “al filtrase a la tierra provocan una mala calidad del agua, ya que alteran los mantos freáticos, estos van a parar a los ríos provocando miles de muertes en animales, tales como peces y otros que se encuentran en esa zona”
Además, dijo que muchas poblaciones toman agua de sus ríos para sus necesidades y consumirlas pueden ocasionar enfermedades, regularmente los vertederos tanto de cielo abierto o de “exposición final” es tan alejados de zonas como ríos y población, pero eso no quita que se pueda filtrar el agua bajo manto freático.
Asimismo, con este proyecto se pretende encontrar otras alternativas y analizar cómo es que esos microorganismos pueden llevar a cabo la biorremediación y la remoción de contaminantes de los lixiviados, para que cumpla con las normas establecidas por las entidades que se dedican a ver lo que son las aguas residuales.
“Tiene que haber cooperación por parte de los ayuntamientos para que pueda llevarse a cabo este proyecto, entender, aconsejar para crear diferentes tipos de tratamientos, cumplir con los principales parámetros para que esas aguas puedan ser vertidas en algún río sin causar ningún problema al medio ambiente o a la población que se encuentra”, explicó.
Por su parte, José Castañón agregó “existe un alto interés por conocer quiénes son esos microorganismos, a veces quizás empezamos sin identificar a esos microorganismos, qué cosa existe por allí, lo metemos a un biorreactor puede ser un mismo matraz, un tubo ensayo en donde yo le doy las condiciones óptimas de crecimiento de esos microorganismos, y ver con el paso del tiempo, si el contaminante estaba a cierta concentración y disminuyó después de cierto tiempo, que nosotros llamamos una cinética de degradación o cinética de crecimiento, porque también los microorganismos que van a estar ahí, quizás primero tenemos cierta cantidad y después de cierto tiempo van a ir creciendo porque de cierta manera encontraron un sustrato o un alimento con el cual están ellos están subsistiendo, y ese alimento para ellos o sustrato para nosotros, es un contaminante”.
También, apuntó que desde hace más de una década se ha trabajado con las características fisicoquímicas de los lixiviados generados en sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos de los municipios de Tuxtla Gutiérrez y recientemente con los del municipio de Berriozábal, en donde se han realizado propuestas de tratamiento para estos efluentes y se cuenta con resultados prometedores en la biorremediación.
Y agregó que actualmente se trabaja con la parte bioquímica de los materiales estabilizados extraídos de ambos sitios clausurados y se realizan los cultivos, extracción de material genético e identificación de los diferentes microorganismos que son más abundantes, con los cuales se propone un nuevo proyecto de investigación.
Finalmente, el proyecto, evaluará la remoción de contaminantes de lixiviados que se generan en el relleno sanitario ubicado en el municipio de Berriozábal, Chiapas.
Se hará una caracterización fisicoquímica de estos líquidos para conocer sus niveles de contaminantes, y después serán tratados por medio de un novedoso biorreactor de materiales empacados con una cepa bacteriana aislada e identificada en el instituto, para después, determinar nuevamente los niveles de contaminantes para conocer el potencial biotecnológico en biorremediación del sistema de tratamiento de lixiviados.